Anatomía y morfología
Las jirafas son famosas por su cuello largo, que les permite alcanzar las hojas más altas y tiernas de los árboles, su cabeza es pequeña, bien formada, presenta dos cuernecillos, poco visibles, detrás de sus orejas y sus largas patas delanteras, que son mucho más largas que las traseras. Esa proporción y longitud les obliga a un inusual paso moviendo primero las patas de un lado y luego las del otro a poca velocidad, y cruzando las patas traseras en el exterior cuando van a toda velocidad. Las jirafas macho usan el cuello para golpear a su rival en un duelo que establece el dominio, el vencedor es el primero en escoger a la hembra. Las jirafas son una presa difícil y peligrosa. Se defienden con una poderosa coz capaz de partir el cráneo o la columna de un león, los únicos predadores que suponen una amenaza para la jirafa adulta.
Extremidades abdominales más cortas que las torácicas, lo que motiva que tenga el tronco muy inclinado hacia atrás.
Además tiene unos pequeños cuernos, llamados ossicorns, que aparecen en ambos sexos, aunque los de las hembras son más pequeños. Están formados por cartílago osificado. Su apariencia es un método fiable de distinción sexual; en las hembras poseen un pequeño penacho de pelo en la parte superior, y en los machos aparecen sin pelo debido al efecto de los combates. Los machos a veces también desarrollan depósitos de calcio en el cráneo con la edad, dando la impresión de un tercer cuerno adicional.
Las jirafas han sufrido muchas otras modificaciones en el curso de su evolución, especialmente en el aparato circulatorio. En la parte superior del cuello, un complejo sistema de regulación de la presión (retículo admirable), previene el exceso de sangre en el cerebro cuando la jirafa baja la cabeza para beber.
Inversamente, los vasos sanguíneos en la parte inferior de las patas están bajo una gran presión. En otros animales, esa presión forzaría a la sangre a ser expulsada a través de las paredes capilares
El sonido que emiten gracias a sus enormes pulmones no es audible para el oído humano, ya que se comunican entre ellas y otros animales a través de infrasonidos.
La lengua es de color negro, y es tan larga (unos 50 cm) que le permite usarla para limpiarse las orejas. Posee tres cuernos, dos laterales y uno central más pequeño (pueden ser hasta cuatro dependiendo de la subespecie), debido a un desarrollo excesivo de los huesos frontales y nasales. La boca es distinta de otros rumiantes: su labio superior no está hendido como el del camello, está recubierto de pelos y tiene una forma más aguzada. Tienen un ingenioso sistema que les permite abrir y cerrar, a voluntad, las fosas nasales.
El pelaje es de color amarillo, sembrado de manchas bastantes grandes, de formato irregular y color pardo claro u oscuro, siendo las manchas del cuello y piernas más pequeñas. La parte inferior de las patas y el vientre es blanca y no presenta manchas. Cada jirafa es única en el mundo tiene su propio patrón de manchas, estas varían en tamaño, forma e incluso color.
Las jirafas a los 20 minutos de nacer ya comen, a las 2 horas pueden marcar el paso de un rebaño a 50 km por hora; después de 2 o 3 semanas máximo dejan de mamar, comen hojas y vegetación. Viven en grupos de 20 a 30 ejemplares, casi todos jóvenes, ya que al envejecer buscan la soledad, no duermen más de 5 a 7 minutos seguidos, sumando una media de 2 horas de sueño al día y son capaces de correr a 60 km por hora.
Reproducción
La gestación de una jirafa dura entre 14 y 15 meses; nace una sola cría. La madre da a luz de pie y el saco embrionario se rompe cuando el bebé cae al suelo. Las jirafas recién nacidas miden cerca de 1,8 m y pesan aproximadamente 50 Kilos. A las pocas horas de haber nacido, las crías pueden correr y no se distinguen de una cría de una semana de edad. Durante las dos primeras semanas pasan la mayor parte del tiempo recostadas, resguardadas por su madre. Mientras que las jirafas adultas son demasiado grandes para ser atacadas por la mayoría de los depredadores, las más jóvenes pueden ser presa de leones, leopardos, hienas y perros salvajes. La cría se vuelve independiente alrededor de los 18 meses y se alimenta de la leche materna hasta esa edad.Alimentación
El régimen alimenticio de la jirafa concuerda con su físico; come las hojas de los árboles para lo cual le sirve su larga lengua. Las que viven en el sur de África prefieren las ramas y hojas que tienen espinas. Cuando se nutre con alimentos frescos y jugosos puede permanecer mucho tiempo sin agua, pero en las épocas de sequía recorre varios kilómetros para beber en las lagunas pantanosas o en las charcas. También consume otro tipo de árboles así como hierbas. Para beber agua y alimentarse con hierbas la jirafa debe agacharse lo que la coloca en una posición vulnerable.La lengua de la jirafa así como su aparato digestivo adaptado le permite alimentarse con vegetales espinosos, los cuales digiere sin ningún tipo de problema. Las jirafas pasan entre 16 y 20 horas al día alimentándose y pueden hacerlo durante la etapa más calurosa del día cuando tiene crías, ya que los depredadores a esa hora están inactivos. Pueden llegar a comer 65 k
g de vegetales. La jirafa, al igual que las vacas, es un animal rumiante cuenta con 4 estómagos y su digestión es similar a la del resto de los rumiantes.
Samuel Cepas Torralbo y Sebastián Torres López
No hay comentarios:
Publicar un comentario