viernes, 7 de junio de 2013

Hipopótamo

Los hipopotámidos (Hippopotamidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que solo cuenta con dos especies actuales, el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius) y el hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis).

Descripción

Los hipopotámidos son unos mamíferos grandes, de piernas cortas, rechonchas, y cuerpos en forma de barril. Tienen una cabeza grande, con una boca amplia y fosas nasales situadas en lo alto del hocico. Los hipopotámidos son ungulados, pero, a diferencia de la mayor parte de estos animales, no tienen pezuñas y cuentan en su lugar con unas almohadillas de resistente tejido conjuntivo. Su estómago tiene tres cámaras, pero no son verdaderos rumiantes.
Las especies actuales son de piel lisa y carecen tanto de glándulas sebáceas como de glándulas sudoríparas. La epidermis es relativamente delgada, por lo que se deshidratan rápidamente en ambientes secos. Las dos especies que existen difieren, en particular, por la forma de las orejas. El hipopótamo común es mucho mayor, puesto que mide 1,50 metros hasta la cruz y 3,50 metros de longitud para un peso de 1,4 a 3,2 toneladas, mientras que el hipopótamo pigmeo solo mide 1 metro hasta la cruz y de 1,50 a 1,75 metros de longitud y un peso de 170 a 275 kilogramos. La morfología de las patas también es diferente, los dedos son más largos para la especie pigmea, que está más adaptada para la marcha.

Historia evolutiva

Los hipopotámidos descienden de los antracotéridos, una familia de artiodáctilos semiacuáticos que aparecieron en el Eoceno tardío, y se considera generalmente que se asemejaban a hipopótamos pequeños o de cabeza estrecha. Más específicamente, los hipopótamos se separaron de los antracotéridos en algún momento durante el Mioceno. Tras aparecer los hipopotámidos, los antracotéridos entraron en una fase de decadencia causada por una combinación de cambio climático y competencia con sus nuevos parientes, hasta que el último género, Merycopotamus, se extinguió durante el Plioceno Temprano de la India.
Existieron muchas especies de hipopotámidos, pero en la actualidad solo sobreviven dos: el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius) y el hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis). Son los últimos supervivientes de dos linajes evolutivos principales, los hipopótamos verdaderos y los hipopótamos pigmeos, respectivamente; estos linajes posiblemente podrían ser considerados subfamilias, pero las relaciones entre ellos (aparte de ser parientes bastante distantes) no han sido resueltas.
El actual hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis), que vive en las selvas húmedas del África Occidental, es una especie más arcaica que el género Hippopotamus.
Restos de hipopótamos abundan en los depósitos de África, Oriente Próximo y Europa (incluida toda Gran Bretaña al sur de York). Este último continente solo era habitado de forma intermitente durante los periodos cálidos, emigrando los hipopótamos hacia el sur cuando arreciaban los fríos glaciares. Sobrevivieron en la Península Ibérica hasta hace unos 30 000 años, y en islas mediterráneas como Malta o Chipre hubo especies enanas hasta el Neolítico. En Madagascar y otras islas al este de África también se desarrollaron especies de pequeño tamaño, que desaparecieron a la llegada del hombre. Todavía en la Edad Antigua estaban presentes en el Bajo Egipto y Palestina, pero hoy han desaparecido de esos lugares y tienen una distribución muy irregular a lo largo y ancho del África subsahariana, tanto en la sabana como en la selva, aunque el ser humano ha ido acabando con ellos poco a poco.

Samuel Cepas Torralbo y Sebastián Torres López 4ºB

jueves, 6 de junio de 2013

Pastor Alemán

  • Altura a la cruz: mínimo 60 cm y máximo 65 cm.
  • Peso: unos 40 kg.
  • Capa: todos los colores, desde el marrón claro al negro. No está admitido el blanco, ni manchas blancas, que no son deseadas y se penalizarán.
  • Promedio de vida: trece años.
  • Carácter: digno y valiente, lo que no excluye una gran necesidad de ternura.
  • Relación con los niños: buena.
  • Relación con otros perros: regular.
  • Aptitudes: guarda y defensa, vigilancia, perro lazarillo, perro de avalancha, perro militar, perro de rebaño, etc.
  • Necesidades del espacio: muy aconsejable un jardín.
  • Alimentación del Pastor Alemán: de 500 a 650 g. diarios de alimento completo seco.
  • Arreglo: cepillados frecuentes únicamente en el período de muda.
  • Coste mantenimiento: elevado.
El Perro Pastor Alemán ha sido una raza muy utilizada, ya sea en servicios humanitarios de lo más variados (perro policía, lazarillo, de rescate, detector bombas y drogas…) como en el cine. El más famoso perro fue Rin Tin Tin, un Pastor Alemán que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y que cosechó un total de veintidós películas en sus catorce años de carrera en Hollywood.
Los antepasados del Pastor Alemán existían por diferentes zonas de Alemania desde hace siglos, eran unos perros de morfologías muy diferentes según la región. No fue hasta finales del siglo XIX que un oficial de caballería prusiano, Von Stephanitz, definió y desarrolló el estándar de la raza.
El Perro Pastor Alemán es vivo, atento, obediente y seguro de sí mismo. Es muy inteligente y tiene una alta capacidad de comprensión. No acostumbra a ser miedoso, sensible o blando pero le gusta recibir elogios y caricias de su dueño. Es un perro vigilante y un poco desconfiado con los extraños. Aunque se lleva muy bien con los niños, a veces no sabe medir su fuerza.
El Pastor Alemán es un perro largo, fuerte, robusto y musculoso. Es de estructura sólida y de huesos secos. Tiene unas orejas de tamaño mediano, rectas y que acaban en punta. La cola es gruesa y peluda y se extiende por lo menos hasta el corvejón. El Pastor Alemán puede ser de pelo duro, de pelo largo y duro o de pelo largo, y acostumbra a ser negro con manchas marrones, amarillas y gris claro.
El Perro Pastor Alemán necesita grandes espacios para descargar la necesidad de hacer ejercicio físico diario. No es un perro adecuado para vivir dentro de casa pero es muy adaptable y puede llegar a acostumbrarse a la vida de interior.De todos modos, el Pastor Alemán requiere largos paseos diarios para quemar todas sus energías y es recomendable proporcionarle sesiones de juego para que se sienta útil.
Debido a la popularidad del Perro Pastor Alemán y en consecuencia, a la cría en exceso de la raza, las enfermedades y los defectos han aumentado con los años. El mayor problema que se ha detectado es de comportamiento, junto a la displasia de cadera y de codo, problemas óseos/articulares, problemas oculares, torsión de estómago y epilepsia.
 

Marcos Blázquez García y Daniel Gómez Muñoz.

Impala

El impala (Aepyceros melampus) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae. Es un antílope de estatura mediana. Por su aperiencia parecida, el impala anteriormente se situaba junto a las gacelas. A causa de nuevos conocimientos hoy se coloca a la familia de los antílopes africanos.
La palabra «impala» viene del zulú. Su nombre científico, Aepyceros melampus, deriva del griego aipos: alto, keras: cuerno, melas: negro y pus: pie, significando pies negros de cuernos altos.


 

Características

Este esbelto animal es famoso por sus grandes saltos que pueden llegar a más de 10 m de longitud. Consigue una altura de hombro de 90 cm y un peso de 40 kg (hembra) a 65 kg (macho).
Por arriba es de color marrón claro. El vientre, el pecho, el cuello y la barbilla tiene un color blanco. En los cuartos traseros posee una línea vertical oscura y un penacho de pelo negro en las patas posteriores, por encima de las pezuñas. La cabeza es grácil, los ojos grandes y las orejas delgadas y afiladas. Los machos son los que llevan cuernos, que pueden llegar a medir hasta 90 cm de largo.
El área de distribución alcanza desde Kenia y Uganda vía Tanzania, Zambia, Mozambique y Zimbabue hasta Botsuana y en una población aislada en el sur de Angola y norte de Namibia.

Modo de vida

El impala come hierbas, hojas y semillas. Vive en bosques poco densos y en la sabana salpicada de árboles. Este animal, en lugar de quedarse en campo abierto, como lo hacen la mayoría de los antílopes que pastan, corre a ponerse a cubierto ante cualquier amenaza.
En las épocas de hambruna, es frecuente ver a los impalas seguir a las tropas de papiones para alimentarse de las hojas y frutos que estos tiran. También los elefantes son seguidos, ya que al agitar los árboles para conseguir sus frutos, los paquidermos se dejan muchos sin recoger y es cuando aprovecha el impala para intervenir.
Durante la temporada de reproducción, por regla general, un macho de los impalas vigila un grupo de hembras, caminando de un lado a otro, exponiendo sus cuernos, con las orejas ajustadas y el rabo levantado.
La lucha de los machos por su harén se divide en tres series de combate.
  • Primero, el desafiador muestra su parte clara de vientre, bosteza y saca su lengua con rapidez. Después, como provocación al combate niega la cabeza.
  • En la segunda fase ambos rivales, colocados uno frente al otro, las cabezas erguidas se acercan y se retiran.
  • Si posteriormente ninguno de los dos se da por vencido, incrustan sus cuernos, se empujan hacia delante y hacia atrás, se separan y comienzan de nuevo con la última fase hasta que uno de los dos animales se riende.
Los combates entre impalas no suelen producirles heridas.
Las hembras viven con su cría en manadas de diez a cien animales. Es frecuente en la época de partos, ver a varias crías reunidas con un número muy pequeño de hembras. Estos grupos se conocen como manadas de guardería. Unas pocas hembras vigilan a las crías mientras que las demás pastan. Aparte de estos grupos también se forman manadas de machos jóvenes y mayores, que son demasiado débiles para defender un territorio. Los machos de mediana edad son solitarios territoriales y exigen cada una de las hembras que pase por su territorio para sí.

Señales de alarma

Para alertar a sus demás congéneres de la presencia de un depredador o de cualquier otro peligro, los impalas emplean una serie de señales visuales, acústicas y olfativas. Las señales visuales son las más conocidas de estos animales. La parte inferior de su cola es de un color blanco inmaculado. Cuando están alertas, alzan la cola mientras van dando una serie de saltos. El color blanco de esta se puede divisar a varios metros de distancia, alertando a los demás animales de los alrededores. Las señales acústicas comprenden una serie de resoplidos, que recuerdan al disparo de un rifle. Cuando el depredador ha sido identificado, estos resoplidos resuenan por toda la sabana.
Por último, tenemos las señales olfativas. Estas son las menos conocidas. Las glándulas que los impalas portan en las patas, sueltan unas feromonas que indican la presencia de un depredador. Es probable que sea esta la razón por la cual los impalas saltan dando "coces" al aire, como si estuviesen en una mecedora flotante. Al saltar de esta manera, consiguen que el olor se vaya expandiendo por las zonas de alrededor alertando a la manada y al resto de animales de la presencia de un depredador. Esta cualidad puede ser debida a la costumbre que este antílope tiene de vivir en zonas arboladas y de vegetación espesa, donde las señales visuales no sirven en gran medida.

Principales depredadores

El impala es un antílope que debe estar en constante alerta ya que es una pieza clave en el menú de cualquier depredador de gran tamaño de África. Sus principales depredadores son el leopardo, el guepardo, el licaón, el cocodrilo y la pitón. Los leones también cazan impalas frecuentemente pero sobre todo durante las épocas secas, cuando presas más substanciosas (ñues y cebras) migran a otras zonas.
Las crías no solo tienen estos depredadores, sino también papiones, chacales, hienas, águilas, caracales y rateles.
Todo esto convierte al impala en una especie fundamental de su ecosistema.

Samuel Cepas Torralbo y Sebastián Torres López 4ºB

viernes, 31 de mayo de 2013

Animales de la Sabana




Marcos Blázquez García y Daniel Gómez Muñoz.

León

El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos y una de las 4 especies del género Panthera. Algunos machos, excepcionalmente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg, lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Los leones salvajes viven en África subsahariana y Asia, con una población en peligro crítico al noroeste de la India, habiendo desaparecido del norte de África, de Oriente Próximo y del oeste de Asia en tiempos históricos
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30 % y un 50 %; las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas.

Morfología



El león es el segundo felino viviente más grande después del tigre. Con unas extremidades potentes, una fuerte mandíbula y unos dientes caninos de ocho centímetros, el león puede matar grandes presas. La coloración de los leones va desde un color beis claro hasta un marrón amarillento, rojizo u ocre oscuro. Las partes inferiores suelen ser más claras y el pelo del extremo final de la cola es negro. Las crías de león poseen un dibujo manchado que se va perdiendo con la edad, aunque a veces puede apreciarse en las patas y el vientre, sobre todo de las leonas.
Los leones son los únicos félidos que presentan un dimorfismo sexual evidente; es decir, los machos y las hembras tienen un aspecto notablemente diferente como consecuencia de los roles especializados que desempeñan dentro del grupo.
El peso de los leones adultos varía generalmente entre 150-250 kg en los machos y 120-182 kg en las hembras. Se estima el peso medio de los machos en 181 kg y el de las hembras en 126 kg. Los leones tienden a tener un tamaño diferente según el medio ambiente y la zona que habitan, algo que resulta en una gran variedad de pesos registrados.
La longitud de la cabeza y el cuerpo es de 170 a 250 cm en los machos y 140 a 175 cm en las hembras; la altura en el hombro es de unos 123 cm en los machos y 107 cm en las hembras. La cola mide 90 a 105 cm en los machos y 70 a 100 cm en las hembras.
Tanto en los machos como en las hembras, el final de la cola tiene una mata de pelos a modo de brocha. En algunos leones, la mata oculta una "espina" o "espuela" de unos 5 mm de largo, formada por la fusión de las secciones finales del hueso de la cola. El león es el único félido que tiene una cola con una mata de pelos. La mata está ausente en el momento del nacimiento, pero se desarrolla a partir de los 165 días de vida y ya es fácilmente observable a los 7 meses.

Melena

La melena del león macho, única entre los félidos, es uno de los rasgos más característicos de la especie. Hace que el león parezca más grande, causando una excelente intimidación, lo que ayuda al león en los combates contra otros leones y contra la principal especie competidora de los leones en África, la hiena manchada. Los ejemplares con una melena más oscura pueden tener una vida reproductiva más larga y una mayor proporción de supervivencia de las crías, aunque sufren en los meses más calurosos del año. En los grupos dominados por una coalición de dos o tres machos, es posible que las leonas tiendan a querer aparearse más con los leones que tienen una melena más densa. La temperatura ambiental más fresca de los zoos europeos y norteamericanos, por ejemplo, puede dar lugar a una melena más densa. Así pues, la melena no es un marcador adecuado para identificar subespecies. No obstante, los machos de la subespecie asiática se caracterizan por tener melenas menos densas que el promedio de las de los leones africanos.
Se han observado leones macho sin melena en Senegal y en el Parque Nacional de Tsavo East de Kenia, así como el león macho blanco, originario de Timbavati, que también carecía de melena. Los leones castrados tienen melenas mínimas. En ocasiones se ha observado la falta de melena en poblaciones consanguíneas de leones, algo que también causa una pobre fertilidad.
Muchas leonas tienen una especie de collar que puede ser aparente en ciertas posturas, lo cual ha llevado a que algunas veces, en esculturas y dibujos, especialmente en el arte antiguo, el collar de las leonas sea malinterpretado como la melena del macho. Sin embargo, se diferencia de la melena en que se encuentra a la altura de la mandíbula (bajo las orejas), en que los pelos son mucho más cortos, y a menudo no es perceptible, mientras que la melena se extiende por encima de las orejas, a menudo cubriéndolas completamente.
Las pinturas rupestres de los extinguidos leones de las cavernas de Europa muestran únicamente leones sin melena, o con una simple traza, algo que sugiere que carecían de melena. Quizás, los protagonistas de las pinturas son probablemente hembras que cazan (ya que son representadas en escenas de caza), de manera que estas imágenes no permiten llegar a una conclusión fiable sobre si los machos tenían melena. Las ilustraciones sugieren que este león utilizaba la misma organización social y estrategias de caza que los leones actuales.

Biología y comportamiento

Los leones pasan gran parte del tiempo descansando y están inactivos durante unas 20 horas al día. Se producen periodos intermitentes de actividad durante las horas nocturnas hasta el amanecer, que es cuando los leones cazan con más frecuencia. Pasan una media de dos horas al día caminando y 50 minutos comiendo.

Caza y dieta

Los leones son animales potentes que suelen cazar en grupos coordinados y sitian la presa elegida. Sin embargo, no tienen una resistencia particularmente elevada. Así pues, a pesar de que las hembras pueden alcanzar una velocidad punta de unos 59 km/h, sólo lo pueden hacer en rápidas pero cortas aceleraciones, de forma que han de estar cerca de la presa antes de iniciar el ataque. Aprovechan factores que reducen la visibilidad; la mayoría de las presas son cazadas cerca de algún lugar que oculte a las leonas, o durante la noche. Generalmente, varias leonas trabajan en equipo y rodean a las posibles presas desde diferentes puntos. Una vez han rodeado al grupo, suelen atacar a la presa más débil. El ataque es corto y potente, intentando atrapar a la víctima.
Las presas de los leones son principalmente mamíferos grandes, con una preferencia por ñus, impalas, cebras, búfalos y facóqueros en África, y nilgós, jabalíes y diversas especies de ciervos en la India. Los leones también cazan muchas otras especies según la disponibilidad, algo que atañe principalmente a los ungulados con un peso de entre 50 y 300 kilogramos, como kudus, alcelafos, órices de El Cabo y elands.
Muchas estadísticas recogidas en diversos estudios demuestran que los leones se alimentan normalmente de mamíferos de entre 190 y 550 kg. Los ñus son su presa preferida (representando casi la mitad de las presas de los leones en el Serengeti), seguidos por las cebras. Son capaces de matar a otros depredadores como leopardos, guepardos, hienas y licaones, aunque no suelen devorar a sus competidores tras haberlos matado.
Los machos de un grupo no suelen participar en la caza, excepto cuando se trata de presas grandes como jirafas y búfalos. Los machos sin grupo se ven forzados a cazar en solitario, aunque también se han dado casos de machos que cazan en grupos.
Las crías empiezan a presentar comportamiento de caza a la edad de unos tres meses, aunque no participan en la caza hasta que ya tienen casi un año. Empiezan a cazar de manera efectiva cuando se acercan a los dos años de edad.

Reproducción y ciclo vital 

El periodo de gestación dura una media de 110 días y la hembra da a luz a una camada de entre una y cuatro crías en una madriguera aislada, que puede encontrarse en zonas de matorrales, juncales, cuevas o alguna otra zona protegida, habitualmente separada del resto de la manada. Las crías nacen ciegas y no abren los ojos hasta aproximadamente una semana después de su nacimiento. Pesan entre 1200 y 2100 g al nacer y se encuentran prácticamente indefensas. La leona mueve las crías a un nuevo lugar numerosas veces al mes, llevándolas una por una cogidas por la piel de la nuca. Este movimiento tiene como objetivo impedir que se vaya acumulando su olor en el mismo lugar y así evitar la atención de posibles depredadores.
En general, la madre se reintegra al grupo con sus crías cuando estas tienen entre nueve y diez semanas.
Además de morirse de hambre, los cachorros también corren otros muchos peligros como ser cazados por chacales, hienas, leopardos, águilas marciales y serpientes e incluso por búfalos.

Salud

Aunque los leones adultos no tienen depredadores naturales, los indicios sugieren que la mayoría sufren una muerte violenta causada por humanos o por otros leones. Esto es particularmente cierto en el caso de los machos, que, como principales defensores de la manada, tienen más probabilidades de interactuar agresivamente con machos rivales. De hecho, pese a que un león macho puede lograr una edad de quince o dieciséis años si consigue no ser expulsado por otros machos, la mayoría de machos adultos no viven más de diez años. Este es el motivo por el cual en estado salvaje la longevidad media de los leones tiende a ser significativamente inferior a la de las leonas. Sin embargo, los miembros de ambos sexos pueden resultar heridos o incluso muertos por otros leones cuando entran en conflicto dos manadas con territorios concurrentes.

Comunicación

Cuando están en reposo, los leones realizan actos sociales por medio de una serie de comportamientos y muestran movimientos expresivos muy desarrollados. Tienen un conjunto de expresiones faciales y posturas corporales que son gestos visuales. Los machos tienden a frotar a otros machos, mientras que los cachorros y las hembras frotan a otras hembras. Su repertorio de vocalizaciones también es amplio. El rugido, que puede ser escuchado desde una distancia de 8 km, sirve por anunciar la presencia del animal. Los leones tienen el rugido más potente de entre los félidos.

Samuel Cepas Torralbo y Sebastián Torres López

Elefante

Los elefantes pertenecen a la familia de los Elephantidae. Son los animales terrestres más grandes del mundo. Tienen el cerebro más grande, la piel más gruesa, la nariz más larga y su cintura es de 16 pies.
Las especies de elefante africano se divide en dos subespecies: de selva y de sabana. El elefante de selva  es de menor tamaño, con colmillos más pequeños y orejas redondas. El elefante de sabana es más grande y más ancho.
Los elefantes africanos pesan hasta 14,000 libras. Ellos tienen grandes orejas, dos troncos de dedos, el dorso cóncavo, la frente plana y grandes colmillos. Hay alrededor de 420.000 elefantes africanos repartidos en 37 países del mismo continente, son nativos de una amplia variedad de hábitats, incluyendo sabanas y bosques densos.
Los elefantes asiáticos pueden llegar a pesar hasta 11.000 libras. Tienen orejas pequeñas, un tronco de dedos, espalda convexa, dos chichones en la frente y colmillos pequeños. Hay alrededor de 35.000 elefantes asiáticos repartidos en 12 países del sudeste de Asia, incluyendo la India. Viven en grandes bloques de bosque cerca de fuentes de agua y pastizales.
La trompa que poseen los elefantes pueden ser utilizadas  para manipular  objetos pequeños y derribar ramas de árboles enormes. También utilizan la trompa para tocar y saludar a otros elefantes, los elefantes hembra lo hacen con frecuencia con sus bebés. Son capaces de acumular  cuatro litros de agua en sus trompas para beber. Cuando los elefantes sienten el peligro, levantan sus trompas para oler cualquier amenaza. Incluso las usan como tubos de respiración al cruzar ríos profundos o lagos. Los elefantes tienen un par de colmillos superiores que se extienden a ambos lados de sus mandíbulas. Sus colmillos están siempre en crecimiento y pueden llegar a tener nueve pies de largo. Los elefantes usan sus grandes orejas, suaves y sensibles para refrescarse. Los elefantes son herbívoros. Se alimentan de hierbas, el follaje de los árboles, la corteza, bambú, arbustos, raíces y frutas. También se alimentan de la tierra por su contenido mineral.La vida de un elefante puede ser de unos 50-70 años.Los machos y las hembras jóvenes viven en manadas con unos diez adultos parientes y con su descendencia. La hembra más grande y longeva, la matriarca, lidera la manada. Ella es la que mejor sabe dónde encontrar comida y la forma de evitar el peligro. Los hombres dejan los rebaños en torno a sus 13 años, y viajan solos o en grupos de solteros. Los elefantes viajan mucho en busca de alimento. Se comunican con el lenguaje corporal y una gran variedad de sonidos de baja frecuencia. Tiene una cría cada cinco años.

Marcos Blázquez García y Daniel Gómez Muñoz.

viernes, 24 de mayo de 2013

Perros de caza

Sabuesos: También llamado perro de rastro o perro rastreador.
Los sabuesos son perros con una gran capacidad olfativa, de gran variedad de tamaño y colores, pueden cazar en solitario o en grupo, denominándose al grupo jauría. Tras encontrar el rastro de la presa empiezan a perseguirla mientras van latiendo, es decir, ladrando, para avisar a los cazadores del recorrido que va haciendo en la espesura. Pueden detectar el rastro de olor dejado por una pieza de caza muchas horas después de que ésta haya pasado por el lugar.
Son utilizados para la caza menor y para la caza mayor.

Lebrel: Los lebreles son perros adaptados para la carrera, localizan a sus presas mediante la vista y tras una rápida persecución la alcanzan y matan.
Perro de caza caracterizado por las formas esbeltas, los miembros largos y el volumen reducido de la caja craneal. Su constitución física les hace estar muy bien dotados para la carrera, en la que pueden tomar grandes velocidades. Suelen ser más altos que largos, la cabeza es estrecha y las orejas semierectas y presentan un gran sentido de la vista, al revés que la mayoría de razas caninas. Se usan para la caza mayor en jaurías y para la caza del conejo y la liebre, de donde toman su nombre genérico.

Terrier: Los terriers son razas originarias del Reino Unido en su mayoría. Poseen un carácter muy vivo y audaz. Han sido utilizados para la caza de alimañas en su propia madriguera. Los más difundidos son los perros de la familia terrier y los teckel alemanes, todos ellos perros de cae, que entran bajo tierra y hacen salir la presa. Aunque todavía se siguen utilizando perros pequeños para la caza, tal como se venía haciendo desde siempre, muchas de estas razas a consecuencia de su pequeño tamaño, han pasado a desempeñar tareas de compañía, y ello a pesar de su carácter obstinado.

Perro de agua: Estos perros tienen una especial preferencia por el agua, siendo muy utilizados como perros cobradores en la caza de aves acuáticas.

Perro levantador: Este tipo de perros hacen salir al animal de caza fuera de su escondite, para que el cazador los pueda ver.
Los perros spaniel son especialistas en hacer levantar el vuelo a las aves, históricamente antes de que aparecieran las armas de fuego, cuando eran utilizados para la caza con halcones. En lugares donde la caza está escondida es necesario un perro que haga volar a las aves.

Perro de muestra o Pointer: Los perros de muestra son perros utilizados en la caza menor y que tienen la particularidad que al localizar la presa se quedan quietos, señalando al cazador donde está la caza.
La técnica de caza de aves es muy diferente a la de las presas terrestres, ya que vuelan al oír el peligro y, si lo hacen antes de estar en distancia de tiro de escopeta, de nada servirá que sean descubiertas por el perro. Debe identificarse la presa, pero debe interrumpirse su acción en este preciso instante, haciendo la muestra, es decir deteniéndose por completo antes de saltar sobre ella para dar tiempo al cazador a que se aproxime.

Perro cobrador o Retriever: Su habilidad principal es su capacidad para buscar y traer sin dañar a las presas caídas al suelo que los cazadores no hayan podido recoger.
Como las aves aún tras el disparo vuelan y a veces hay una gran distancia (incluso llena de obstáculos del terreno difícilmente franqueables) entre el lugar de su caída y el del cazador se requiere que el perro recoja la caza allí donde el cazador no puede llegar y la transporte hasta éste.

Marcos Blázquez García y Daniel Gómez Muñoz.